Cada vez son más las personas que han decidido hacer de los viajes su forma de vida. Descubrir nuevos lugares, crecer a través de experiencias únicas, conocer personas distintas con culturas diferentes…Vivir un día en Europa y al día siguiente en América ya no es una locura sino una realidad.
Gracias a Housesitting, o lo que es lo mismo, cuidar de una casa ajena como si fuera tuya, puedes viajar y viajar sin tener que gastar dinero en hoteles, albergues… Pero no lo confundas, no es un trabajo. Es una nueva forma de conocer el mundo ahorrándote el alojamiento. Voluntario y con muchas ganancias, pero ninguna económica. Aquí te dejamos algunas de las razones por las que debes probar esta nueva forma de viajar y ser un sitter (viajeros que cuidan la casa) durante una temporada.

Dejas de ser turista para convertirte en local
Es una oportunidad brillante para vivir en el país como una persona local. Podrás alargar tu estancia durante más tiempo (gracias al ahorro en el alojamiento), vivir como una persona de allí y sentirte parte de la ciudad/país.
Ahorrar, ahorrar y ahorrar
El alojamiento es uno de los mayores gastos de un viaje. Ahorrártelo te permitirá poder seguir haciendo lo que más te gusta, ¡viajar!, durante mucho más tiempo. Además, conocerás de primera mano cómo viven las personas de una determinada ciudad/país.
Amigos para toda la vida
Conocerás gente con la que practicar un idioma, intercambiar opiniones y experiencias y muchas cosas más. Y en ocasiones tendrás simpáticos compañeros de casa (perros, gatos…) a los que podrás dar sesiones interminables de mimos.
Tiempo libre para dedicártelo a ti mismo
Tendrás que pasar tiempo en la casa para poder cuidarla. ¡Y eso tiene su lado positivo! Podrás dedicarte tiempo a ti mismo para cuidarte, ponerte al día, leer, comenzar a escribir o simplemente ver la tele.